La Chica Del Diván: Todo vale y todo vuelve

"Nos reímos de la moda de ayer, pero nos emocionamos con la de antes de ayer, cuando está en vía de convertirse en la de mañana"

Nos encontramos en un momento histórico donde la moda, para unos, ha llegado a un tope, y para otros, todo es válido. Es cierto que si echamos un vistazo al street style de nuestros días, encontramos una gran diversidad de estilos, estilos que se fusionan entre sí creando nuevos géneros (Hipsters) e incluso tendencias de distintas épocas mezcladas.

Podemos encontrar, desde outfits renovados de los 60, fusión infinita de estampados, mixes entre moda masculina y femenina, mezcla de colores que antes eran impensables. Hasta la línea que delimitaba las prendas y colores de cada estación del año, la encontramos ahora muy difusa. El auge de la ropa deportiva, es otro ejemplo.

Recuerdo en mi adolescencia, que una condición importante era la de llevar puesto aquello “que se llevaba”, y que solo eso era lo aceptado entre los iguales. Muy pocos se atrevían a inventar, ni a salirse de los estilos establecidos, es más, las tiendas no aportaban esa diversidad. Sin embargo, me alegra ver como las nuevas generaciones de teenegers tienen gran variedad de estilos que pueden adoptar sin miedo a la respuesta social.

Por otro lado, existe el pensamiento de que la moda ha llegado a su tope de creatividad, y que lo que hoy encontramos son vestigios de tendencias pasadas. Que se renuevan y se fusionan, pero que no son nuevas creaciones.

Hablando de tendencias, renovadas o no, me gustaría centrarme ahora en una que está pegando fuerte, hablo de la publicidad estampada en las prendas. El Merchandising. En tiempos pasados cuando teníamos alguna prenda con un logotipo publicitario la desterrábamos al cajón de los pijamas, o de la limpieza. Bien, ahora podemos encontrar que infinidad de marcas, incluso de grandes firmas han convertido esto en una tendencia imprescindible. Desde las marcas de refrescos más conocidas, hasta las siglas de las firmas de lujo más importantes, pasando por logos de revistas o perfumes significativos.

Reconozco que hace años no me parecía nada “trendy” eso de llevar el “nombre de la tienda” o la publicidad de algún producto sellada en una camiseta, pero ahora ya soy fan de algunas de ellas. Al igual que de las “camisetas con mensaje” de firmas como Dolores Promesas o “The hip tee”.